Háblame.
Aunque sea sin palabras,
que tus ojos, profunda negrura,
digan versos de amor creciente a los míos.
Háblame.
Con tus manos,
que sean de mi cuerpo, esclavas eternas.
Susúrrame.
Retazos de lindas canciones,
que mis oídos, tienen sed,
de tus palabras dulces.
No digas nada, mas háblame.
Fin.
Anabel.
Hoy las avispas del corazón están revueltas
Se ve que les falto un beso,
¿O quizás te olvidaste , o no tenias uno a mano en ese momento.
Pero ellas no entienden son pequeñas simples insectos,
Solo saben que les falto un beso.
Anabel.
Tumbada en el diván
Con las piernas entre abiertas
,Deja asomar el enjambré tupido de su bosque.
Toda ella emana una luz de nácar y marfiles.
La boca entre abierta era un cáliz de suaves texturas
Un recital hermoso a la vista
Su cabello enredado en sus senos, como remolinos de furia
Deja entre ver tímidamente sus carnes blancas.
Aun despierta, me parece bella.
Anabel
Aprendì, a mirar mas allà, de lo que todo el mundo ve.
Ha observar, no solo con los ojos, sino con el alma.
Megusta mirar el interior de las cosas, que nadie aprecia.
De la flor me quedo con su porte, altiba, presumida,
soñadora como yo, admiro su color y sus aromas.
Podrìa estar horas mirando el mar, y no cansarme,
me llena de paz tanta hermosura,
me siento tan pequeña al lado suyo, me limpia las heridas,
y me hace olvidar , lo que sufrido.
Abecès me siento en cualquier parte, y miro a la gente,
paseando, sus caras son enigmas que resuelvo,
e imaguino sus vidas y sus sueños.
Con un làpiz y papel , me hago grande,
la felizidad se vuelve azul, y hago magia
Pues el dolor lo arranco de mi alma,
lo destierro al papel, que llora , rìe , ama ,
siente y padece, calla escucha, mì mejor aliado en esta lucha.
He encontrado el amor, primero en una frase,
luego fue tu voz , mas tarde tu imagen.
Lo que mas me impacto , fueron tus ojos,
que al mirarme fijos, me desnudan.
Quiero caminar siempre a tu lado,
pisando las huellas que me marcas.
Comtemplar las estrellas en el agua,
sonreìrte , con mis ojos y mi boca.
Ser niña , que se vuelve mujer cuando la tocas.
Observar cada gesto de tu cara,
esperar que me mires, que me regales un beso,
una calida mirada..........
Anabel.
Me gusta escuchar el sonido de la noche,
oìr el silencio, de tus caricias en mi cuerpo.
Contar cada eco de tu respiraciòn,
y sentir tus latidos en mis senos.
Tu voz es el eco de mi vida.
Tu risa mi pan de cada dia.
Tus ojos espejo en que me miro.
Tu cuerpo pecado, pero que dulce castigo.
Anabel.
Quisieraa volar con mi mente,
y atravesar los muros de tu cuerpo.
En sus llanos ,reposar como jinete.
Y en los montes sublimes de tu pecho,
mi cabeza apoyar, sobre algodones.
Impregnarme, del olor que emana de tu cuerpo,
de flores y romero.
Mis dedos cual sierpes,
enredarse en tu pelo ,topazio y azabache.
Y porfin morir entre tus labios ,
bebiendo en veneno que me ofreces.
Anabel.
Poder disfrutar sin tiempo de lo que amamos.
Abrazarte hasta caer rendida,
que mis brazos sean tu morada divina.
Te amaría tanto en mis sueños,
hasta beberme tu vida, y hacerla mía.
Caminaría contigo, de la mano.
Caminaría contigo, despacio,
sin prisa cogidos de la mano,
cual novios en su primera cita.
Mojaría tus labios con mi saliva,
y después amor… despertaría.
Anabel.
Me has vuelto loca,
hasta llegar al punto de vivir
buscando el mar , andando por hay.
Pintar el cielo de azul aunque este gris.
abrazar al aire, buscandote a tî
tocar las estrellas, viendote a ti.
Anabel.
Mi amor no tiene manos,
como el viento, no hay pelo que no rocè.
Mi amor no tiene pies,
y ha caminado mi vida paso, ha paso.
Mi amor no tiene ojos,
ante el me desnudo en cuerpo y alma.
Mi amor no tiene voz,
y su eco golpea dia a dia el pensamiento.
Mi amor no tiene corazòn,
pero es tan grande,
que me quede ha vivir dentro de un hueco.
Anabel.
Todo esta en silencio,
mas mi corazòn grita,
porque el dolor , dè no tenerte,
lo hace arrastrarse, y besar la muerte.
La noche trae calma, mas yo no la tengo,
ni paz ni sueño, solo temor y miedos.
Me miro al espejo, contemplo mi cuerpo,
dos hebras de esparto, un junco y un lienzo.
Donde se dibujan , dos ojos muy negros,
una risa sorda, y un mar de lamentos.
Mis ojos se cierran , se rinden al sueño,
de poder tenerte en mi pensamientos.
Y puedo tocarte, y sentir tu aliento,
tus manos rozando mi cuerpo.
Mas tus ojos estàn, en el fondo del tiempo,
perdios buscando, el eco del miedo.
Te lanzo mi mano espigas al viento,
para que tus ojos se prendan al suelo,
y broten con ella , dejando atras ,
la mala hierba.
Anabel.