Tumbada en el diván
Con las piernas entre abiertas
,Deja asomar el enjambré tupido de su bosque.
Toda ella emana una luz de nácar y marfiles.
La boca entre abierta era un cáliz de suaves texturas
Un recital hermoso a la vista
Su cabello enredado en sus senos, como remolinos de furia
Deja entre ver tímidamente sus carnes blancas.
Aun despierta, me parece bella.
Anabel
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