Hablame
Háblame.
Aunque sea sin palabras,
que tus ojos, profunda negrura,
digan versos de amor creciente a los míos.
Háblame.
Con tus manos,
que sean de mi cuerpo, esclavas eternas.
Susúrrame.
Retazos de lindas canciones,
que mis oídos, tienen sed,
de tus palabras dulces.
No digas nada, mas háblame.
Fin.
Anabel.
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