Para tus manos
Para tus manos
El barro de mis nalgas, entreabiertas.
Para tu boca.
El desatino de mi lengua,
serpiente lujuriosa.
Para tus ojos
El infierno de los míos
El placer de una mirada libidinosa.
Para tu cuerpo,
Mi carne, marfil
De olores y sabores innegables.
Anabel
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