Vende gorras
Desde que te fuiste,
no he parado de buscarte.
En mis manos, por si queda,
aguna caricia algún roce de las tuyas.
Tu olor a campo y a tabaco negro.
Mi ro en cada rincón,
por si olvidaste algún suspiro,
algún quejido.
Y guardarlo en mi bote
de memoria abstracta.
Te busco en los ojos,
de maría,
Algo tuyo quedo en ella.
Me hundo en tu sillón,
Enfermo de ti, lo has dejado
buscando el recoveco de tu espalda rota
Y tu calor por unos minutos me aborda.
Desde que te fuiste,
No he parado de buscarte.
Vende gorras.
Anabel
0 comentarios