Tristeza
Hoy bebí a sorbos galopantes,
esta tristeza tan mía,
y me pareció aun mas amarga y seca.
Quise vomitarla, pero era tan amarga
que a su paso me abrasaba el alma.
Me arranque la piel,
por ver si la desterraba,
Y aun desnuda de piel y huesos,
podía sentirla palparla,
estaba cobijada como garrapata,
en el fondo de mis entrañas.
Anabel.
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